DESPOTISMO

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CRASO error que al frente de una dependencia que idealiza la transparencia en nuestro país, como el Instituto Estatal de Acceso a la Información Pública (IEAIP), hayan designado a GENARO VÁZQUEZ COLMENARES un ejemplar de la fauna social más autoritaria, perversa que exhibe lo que individuos alienados se atreven a hacer con el dinero público y el poder

ESTOS calificativos no los hago yo. Se los atribuye el mismo VÁZQUEZ COLMENARES en su carta pública en este mismo Diario, fechado el 29 de junio pasado donde, contrario a los lineamientos que deben privilegiar los hombres del poder sensatos, democráticos, me INTIMIDA e inhibe mi trabajo periodístico con una “demanda ante el Ministerio Público por difamación y calumnia”, me llama “desinformador”, “cobarde”, “ignorante que utiliza indebidamente el derecho a la información”. Lenguaje propio de los déspotas y autoritarios en el poder y que instituciones como la que, lamentablemente, pusieron en sus manos, deberían de proscribir para dar paso a la libre expresión tal como lo ordena el artículo sexto constitucional.

EXPONIENDOME a nuevos actos intimidatorios desde el poder que ostenta este funcionario con antecedentes de abusos y tráfico de poder más que sombríos desde que su hermano PEDRO fue gobernador (basta releer los periódicos de los años 82-85), he recabado información con un grupo de personajes que han luchado por la transparencia y rendición de cuentas, con el fin de documentar la manera en que el titular del IEAIP se ha convertido en el principal obstáculo para que la transparencia en Oaxaca sea una realidad.

LO MÁS fácil sería evadir el tema ante las serias amenazas que ha vertido -por enésima ocasión- GENARO VÁZQUEZ COLMENARES contra este columnista, pero el respetado oficio del Periodismo no es para apocados. Dejarme intimidar por funcionario tan osado, sería un acto vergonzante para quienes ejercen el periodismo. Tampoco juego al temerario y por lo mismo he recurrido a todas las instancias que pugnan por la permanencia del periodismo de denuncia y defensores plenos de la Libertad de Expresión así como organizaciones del gremio, documentando los actos de intimidación de que soy objeto, para pedir su solidaridad.

CON LAS evidencias que voy a dar a conocer a partir de hoy en una serie de entregas y que exhiben a GENARO VÁZQUEZ como un político deshonesto y obstaculizador de la Transparencia , el gobierno debe tomar alguna decisión. No hacerlo sería un acto de connivencia.

PARA EMPEZAR, he obtenido respuesta de la Secretaría de Seguridad Pública del estado, en oficio SSP/RUPO/282/2009, en el que me informan que “…la empresa denominada 3CB, S.A. de C.V. no cuenta con permiso estatal para prestar los servicios de seguridad privada dentro del territorio del estado de Oaxaca ”.

ES DECIR, NO existe, sin embargo, el mismo IEAIP en la respuesta a la petición del uno de abril, firmada por la Unidad de Enlace a cargo de Luís Román Guzmán Jiménez, dice: “Respuesta a la pregunta número 7 (cuanto pagan en la vigilancia del Instituto y cual es la empresa): En la vigilancia del IEAIP mensual se pagan $76,830.00 y la empresa contratada es Grupo 3CB, S.A. de C.V.”.

Si esto no es cleptomanía ¿Cómo le llamarían?

ESTAS y otras pruebas contra la falta de transparencia en la institución que, se entiende, debería ser el antídoto de la opacidad, las exhibiré en el proceso de la nueva demanda judicial que hace contra mí el funcionario de marras.

RESULTA penoso que don GenaRito, diga a este columnista “ignorante absoluto de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública ” cuando él mismo se mostró como el más grande desconocedor de dicha ley cuando llegó a pedir la destitución del edil de Zaachila, Noé Pérez, con lo que se extralimitó en sus funciones pues de ninguna manera puede ordenarle al Congreso del Estado algo así. El mismo líder de la Cámara local, Herminio Cuevas, tuvo que explicarle al comisionado presidente que existe un procedimiento para ello (para destituir a un alcalde). (El imparcial, 19/06/09)

PRINCIPAL DIQUE

AUNQUE en la citada carta contra este columnista, don GenaRito se jacta de que da “cumplimiento a los principios de transparencia y máxima publicidad a que estamos obligados…”, voy a mencionar otros elementos que dicen lo contrario y que lo exhiben como el principal promotor de la opacidad.

1.- EL IEAIP ha incurrido en faltas tan garrafales tanto de carácter legal como administrativas, que ha entorpecido la operación y la gestión de acceso a la información pública con todo y que es un mandato legal. Es el caso del incumplimiento de esta ley en organismos autónomos como la UABJO , el Instituto Estatal Electoral, el Congreso del Estado, entre otros, lo cual es muy grave porque el 21 de este mes vence el plazo establecido por la ley para que estas dependencias integren su comité de información y su respectiva unidad de enlace, lo que no ha querido, o no ha podido, hacer con GenaRito.

2.- SU ineficiente se refleja en las repetidas ocasiones en que desde el IEAP solicitan algo que previamente se les ha enviado ya sea de manera física o electrónica, como sucedió el 21 de enero cuando el IEAP pidió a las dependencias y entidades de manera individual la información relativa a los sistemas de datos personales y convocó a capacitación del personal responsable del manejo de los mismos. El 14 de mayo, el Instituto solicita nuevamente la misma información. El 18 de marzo pasado el IEAP mediante la circular SG/05/001/2009 pide el informe trimestral de solicitudes a las dependencias y entidades sin tomar en cuenta al Comité de Información del Poder Ejecutivo, situación que se repite el 24 de abril cuando la mayoría de las dependencias y entidades ya habían cumplido con dicho trámite lo que denota una falta de coordinación interna en el IEAP ¿O GenaRito es acosado por ese alemán Alzheimer?

3.- Y SIGUE los yerros -¿o será mala fe?-. El 14 de mayo pasado el Instituto giró circular, otra vez de manera individual, a las dependencias y entidades con el fin de pedirles el directorio de los responsables de archivos e invitar a los mismos a capacitarse en la materia amparándose en el artículo 53 fracción IV, sin embargo, el IEAP no toma en cuenta el artículo 34 de la misma ley y al mismo artículo 53 ya que no se tiene conocimiento de que hayan tomado en cuenta para la capacitación a la dirección de Archivo de la Secretaría de Administración que, además, es la que tiene la facultad.

ENTONCES, don GenaRito ¿Quién es el ignorante?

OTRO absurdo. Con todo y que yo soy el “ignorante absoluto de la Ley de Transparencia” es el mismo GenaRito el que la transgrede al confirmar que el IEAIP pide a los solicitantes de información más datos personales de los que la ley requiere en las solicitudes de información, ya que en su artículo 58, la ley de transparencia señala que una solicitud debe contener nombre, nacionalidad del solicitante y un domicilio o medio para recibir la consecuente respuesta de la información que peticione (a menos que sea persona moral debe comprobar su legal constitución y que quien formula la petición es el legítimo representante) con lo que demuestra que el IEAIP indaga a los solicitantes, más allá de sus facultades, información (la de los solicitantes) que se convierte en información pública de oficio, el pedir la menor cantidad de datos al solicitante tiene una lógica, se trata de que el ciudadano no se inhiba y se convierta en una especie de auditor de las acciones gubernamentales.

O qué puede decir GenaRito al detallar del solicitante de la información, de la que me acusa de hacer “interpretación equivocada y claramente dolosa”, y hacer público su nombre, su actividad y todavía cuestionar su edad (del solicitante) además de poner en duda su capacidad intelectual (del peticionario y que yo llame mi espontáneo corresponsal). Mañana continuamos.

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Autor de Escaparate Político desde 1977 consolidada como una de las columnas de mayor permanencia. Dos veces Premio Estatal de Periodismo; Premio México de Periodismo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de México. Socio fundador de la Asociación de Periodistas de Oaxaca. Corresponsal (Oaxaca) de la gran cooperativa de Excélsior hasta su privatización.

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