FELIPE SÁNCHEZ CRUZ
27 DE SEPTIEMBRE 2024
VAYA REVUELO causó las palabras de SALOMÓN JARA refiriéndose a los empleados de base.
SUS DICHOS tienen cierta lógica; sostuvo que la plantilla es demasiada y no justifica el gasto.
HACEMOS LA ACLARACIÓN de que no todos los empleados se conducen con indiferencia al trabajo, ni se ausentan, ni tienen una comisión en las oficinas del Sindicato, dicha comisión solo sirve para no laborar, solo convierte a sus “beneficiarios” en lo que se conoce coloquialmente como aviadores. En este último rubro se debería verificar cuántas comisiones han sido otorgadas, deberían revisar su adscripción y las razones del goce de esta figura.
EL CARGO al erario es mayúsculo, una forma de comenzar a reducirlo, sería, poniendo en la mira a los “aviadores”. Por ejemplo, si una comisión, no fue desempeñada como se otorgó, se debería sancionar y tendrían que regresar (los comisionados ficticios) el dinero.
OTRA PARTE DEL PROBLEMA (gastos excesivos) se acabaría tan solo con seguir lo que dictan los derechos laborales, las prestaciones no tendrían por qué ser más a unas dependencias y a otras menos, cómo es posible que hasta vestuario les den (a los burócratas), cuando la mayoría no desempeña un trabajo de campo. En respetar la ley ahí tienen la solución.
AUNQUE se diga que son conquistas laborales, no pueden estar por encima la ley.
ALGO QUE TAMBIÉN ABONARÍA, parcialmente, a la reducción de un inútil gasto en nómina sería un plan de retiro voluntario, en fin.
ASÍ QUE TRABAJADORES que tengan comisión tendrán que regresar a trabajar, o en su caso justificar con trabajo su relación laboral.
EL SALTO DEL CHAPULÍN
LA PÉRDIDA del valor de la palabra es lo que tiene a México hoy envuelto en la violencia, antes, los pactos bastaban con haberse simplemente signados en una conversación para garantizar su cumplimiento. Esto era en todos los ámbitos, incluido, en el crimen organizado.
LA POLÍTICA Y LAS MAFIAS, siempre han “colaborado”. Seamos realistas ambos ámbitos han coexistido a lo largo de la historia, uno aceptando sobornos a cambio de contribuir a la operación fluida de las otras, los criminales jamás se van a terminar, son parte de la vida, parte de la condición humana.
PERO con la palabra bastaba para una coexistencia con la menor violencia posible… hasta que, las traiciones, el incumplimiento de los pactos, rompieron esa coexistencia, las consecuencias han sido el escenario sangriento que hoy inunda nuestro país.
HOY VEMOS que los criminales están asumiendo directamente posiciones de poder, ya no quieren ser el sobornador, el que pide un favor a cambio de dinero al poderoso político. Al no encontrar seriedad en los acuerdos, naturalmente que los miembros del crimen organizado optaron por mejor irse insertando poco a poco en las posiciones de poder, ser ellos el poder y no depender de un bellaco político que gustoso recibe dinero, al principio, pero luego termina por desentenderse o peor aún perseguirlo con toda la fuerza del Estado.
LLÁMESE Arturo Beltrán Leyva (muerto en un operativo en 2009), Joaquín el Chapo Guzmán (extraditado a los Estados Unidos en 2017), Ismael “El Mayo” Zambada (detenido el pasado 25 de julio en Estado Unidos por una traición de su propio cartel o por fallos de sus presuntos protectores en el gobierno) y un infinito etcétera, todos terminan tarde o temprano, muertos, presos, extraditados, esta falta de cumplimiento de los acuerdos con el gobierno es lo que los ha orillado a ese objetivo de desplazar a los actores políticos y han soñado con quedarse ellos mismos en el poder político. Esa respuesta ante las traiciones resulta hasta natural, el tiempo nos dirá si realmente el estado sucumbe.
EL POLÍTICO siempre miente, sin consecuencias, en esta ocasión, no le funcionó.
www.escaparatepolitico.com.mx
Twitter: @escaparate_oax
Correo electrónico: felsan23@prodigy.net.mx
Facebook: Escaparate Político por Felipe Sánchez