GRITO DESESPERADO

0
364

Por Felipe Sánchez

-Escaparate Político

Temerosos de que la cadena de asesinatos de periodistas que asuela nuestro país se convierta en la censura para siempre de la Libertad de Expresión, decenas de comunicadores oaxaqueños participaron ayer en el Movimiento Nacional “Periodismo en Riesgo”.

El exterminio de tres colegas en los primeros días de este mes, dos en Tijuana y uno en Veracruz, vino a mover las conciencias de los trabajadores de los medios de comunicación y reporteros independientes que, haciendo a un lado colores y diferencias, se unieron para externar su preocupación por la brutal embestida que significa el hecho de que del año 2000 a la fecha hayan asesinado a145 periodistas. Tan solo en el gobierno de la 4T han matado a 43.

La mayor ansiedad de los periodistas es por la impunidad de quienes cometen tales asesinados. Diversos organismos registran que el 87 por ciento de esos crímenes quedan sin investigación lo cual evidencia complicidad de los grupos de poder fáctico y del crimen organizado con altos funcionarios públicos a los que le incomoda la crítica mediática.

La protesta se realizó en la plazuela de la Libertad de Expresión donde estuvieron, además de periodistas, activistas sociales como Aleyda Ruiz Sosa, premio estatal y nacional de la juventud.

La Federación de Asociaciones de Periodistas de México (Fapermex) y la Asociación de Periodistas de Oaxaca (APO) de las que soy socio y fundador, han lanzado voces de alerta. Hay preocupación porque apenas iniciado este año empezó a crecer la cuenta de periodistas asesinados en el país. En los primeros días de este año las estadísticas se ha movido tres veces, primero con la muerte del periodista José Luis Gamboa Arenas, en Veracruz, el 10 de enero; luego el asesinato del fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel, en Tijuana. Allí mismo fue abatida el domingo pasado la colega Lourdes Maldonado quien en el 2019 se presentó ante el presidente López Obrador para pedirle protección por amenazas recibidas.

Más que sarcástica la respuesta de los altos funcionarios. Cuando AMLO se enteró de la muerte de Lourdes Maldonado no lamentó el hecho. Burlonamente dijo que lo que lamentaba es que el asesinato de periodistas “sirva para que mis adversarios me ataquen”. En el mismo tono socarrón, la presidenta de la CNDH Rosario Piedra respondió cuando le pidieron su opinión sobre esos asesinatos: ¿a poco matan periodistas?

EL SALTO DEL CHAPULÍN

En las benditas redes sociales leo sobre un escabroso conflicto en el que está involucrado un cura apegado a los bienes terrenales más que a las virtudes teológicas. La denuncia la hace el abogado Evelio Bautista Torres. Lo comparto porque resulta turbador que la avaricia se arraigue entre los que se suponen puritanos.
Luego de evocar algunos exhortos que hace el arzobispo Pedro Vásquez Villalobos a sus similares religiosos para realizar el bien y recriminar el mal para “ser mejores sacerdotes”, el abogado Bautista pide la intervención del prelado en el peculiar caso. Dice:
Hace algunos años el señor Nicolás Ramírez García y la señora Saavedra, “su pareja”, acudieron a mi domicilio solicitándonos el “uso gratuito” de un predio contiguo al de ellos, ubicado en la continuación de la calle Emiliano Zapata de la colonia Reforma. Eso para utilizarlo como bodega de materiales de construcción para sus fincas aledañas, accediéndose a tal solicitud. Resulta que el peticionario Nicolás Ramírez identificado luego como el párroco de la Villa de Zaachila y hoy rector de la Basílica de la Soledad; aunque parezca inverosímil, edificó lo proyectado pero también otra residencia sobre el predio que amablemente se le facilitó y, hasta lo renta.

Tal clérigo se opone a la devolución del terreno arguyendo que localizó papeles que prueban su propiedad y que además ya lo heredó a sus descendientes. Se jacta de contar con el respaldo de distintos abogados que actúan bajo la dirección del abogado Roberto Pedro Martínez Ortiz. Desde hace más de un año le he buscado telefónicamente en la CdMx, sitio en que reside. A través del también Jurista Pedro Celestino Guzmán Rodríguez me dijo que: él no puede intervenir en la disputa porque el cura Nicolás Ramírez es su compadre y se trata de un tipo osco.

Acudí al también clérigo Bertoldo Yescas, amigo desde la infancia, quien coincidentemente fue compañero de estudios en el Seminario de Nicolás Ramírez y antecesor en el curato de Puerto Escondido del actual Arzobispo Pedro Vásquez, pero murió.

El arzobispo, por conducto del portavoz Ricardo Antonio Mendoza me dice: “siento desligarme del asunto pues la infracción de Nicolás Ramírez fue cometida en su papel de civil y no de eclesiástico”.

Nota: dejo para mañana los temas de “La Familia Real” de la UABJO.