HISTORIA TRUCULENTA

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DEFINITIVAMENTE nuestros grillos oaxaqueños enredan todo, hasta el folclor.

LA GROTESCA maniobra para apropiarse de nuestra herencia cultural como es el relato del Lunes del Cerro en la Antigüedad, conocido como el “Bani Stui Gulal” y basado en la investigación original del desaparecido historiador CASTRO MANTECÓN, significa un atropello colosal contra la cultura oaxaqueña.

Y MÁS cuando lo que, a partir de un fenomenal pleito familiar por el negocio que les significa la explotación de la investigación de Castro Mantecón, amenazaba con suspender la presentación del espectáculo el día previo al Lunes del Cerro, como ya es tradicional.

QUIÉN IBA a imaginar que las ambiciones de la familia OCHOA GARCÍA (el padre Arturo Ochoa Canales de origen tlaxcalteca y la madre Teresa García Pinacho oriunda del Distrito Federal) les iba a permitir venir aquí a imponer a los oaxaqueños las reglas sobre qué hacer con nuestras costumbres y tradiciones.

ME INFORMAN que, después de un largo litigio que llegó hasta el Tribunal Superior de Justicia, en el área de Mediación Judicial, y ante las ambiciones desmedidas de los esposos Ochoa García y sus hijas Virginia y Verónica, y su yerno Juan Carlos López Avendaño, tuvo que intervenir el Gobierno del estado con la firma de algunos convenios para garantizar la presentación del “Bani Stui Gulal” -Fiesta de la Antigüedad-, espectáculo que estuvo en riesgo de suspenderse porque el señor Ochoa y su esposa entablaron un juicio contra su hija Verónica y el yerno, por los derechos de autor de tal espectáculo que, curiosamente, el mismo señor Ochoa, durante las audiencias en el Centro de Mediación Judicial, mencionó en su defensa tener un documento donde Castro Mantecón, titular de la investigación original, le firma la cesión de algunos derechos sobre el mismo.

PENDENCIA FAMILIAR

HACE unos cuatro meses la ambición por el usufructo del “Bani” originó un pleito fenomenal. Los esposos Ochoa demandaron penalmente a su hija Verónica y su pareja Juan Carlos López Avendaño por la titularidad de los derechos de autor, dominio que no queda claro porque el “Bani” ha sido pirateado por unos y otros.

Los que saben del tema me dicen que los derechos originales deberían ser de Castro Mantecón, sin embargo, lo han explotado diversas personas. Últimamente, Virginia Ochoa, otra de las hijas de Arturo Ochoa, era presidenta del Grupo Folklórico de Oaxaca, que supuestamente tenía el registro del “Bani” pero antes también lo tuvo el Grupo Folklórico universitario y anteriormente el Grupo Folklórico preparatoriano. Arturo Ochoa, valido del puesto que tuvo en lo que fue la Dirección de Turismo, lo fue adecuando a sus intereses tanto que primero hizo a un lado a Víctor Vázquez Labastida como coordinador, luego a Guillermo García Manzano hasta que, con el apoyo de su mecenas, el caballeroso don JOSÉ ESTEFAN ACAR, se hizo del total control del “Bani”. Lo alevoso es que él y su familia cobraban por todas las presentaciones tanto en Oaxaca, como en el país y el extranjero, pero nunca le pagaban a los bailarines y menos a los extras.

EL PLEITO familiar se agudizó cuando Arturo Ochoa y su esposa intentaron retirar más de 2 millones de pesos que había en la cuenta del Grupo Folklórico que presidía su hija Virginia.

SU YERNO Juan Carlos, se hizo del control total del “Bani” y aprovechó para registrar a su nombre la titularidad del espectáculo ante la ausencia del suegro que salió de Oaxaca, a trabajar con Charbel Estefan en el IMSS. Al regresar quiso recuperar el control del “Bani” y el dinero que tenía el grupo folklórico que preside su hija Virginia y como tesorera aparece Claudia, otra de sus hijas.

AL NO poder retirar los más de dos millones de pesos porque antes ya habían sido dispuestos por sus hijas, la señora Teresa las desconoce como integrantes del grupo folklórico y las demanda judicialmente. Las hijas y el yerno se unen y contrademandan y en represalia los esposos Ochoa, se apropian de todo el vestuario y los utensilios que se usan en el espectáculo. En este momento prenden los focos rojos por el peligro que significaba la suspensión del “Bani” en estas fiestas de la Guelaguetza.

PERO la ambición de Aturo Ochoa no tiene límites. Además de pelear con sus hijas y su yerno, intenta ahora una especie de extorsión contra el Gobierno. En una de las audiencias de Medicación Judicial, dijo que si aceptaban la presentación del “Bani” mientras se define la sentencia para saber quién realmente tiene los derechos de presentación, pero a cambio pide las perlas de la virgen. Quiere que el gobierno lo designe asesor vitalicio sobre asuntos del folklore oaxaqueño con salario equivalente al de un Secretario de Estado. Que le editen a todo lujo el libro “Bani Stui Gulal, 40 años de Arturo Ochoa”. Que se instaure la presea Arturo Ochoa para el mejor folklorista del año y designarlo presidente vitalicio del Patronato Folklórico de Oaxaca. En la petición quiere además que con esta calidad diga quién es merecedor de la citada presea. Nomás.

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Autor de Escaparate Político desde 1977 consolidada como una de las columnas de mayor permanencia. Dos veces Premio Estatal de Periodismo; Premio México de Periodismo de la Federación de Asociaciones de Periodistas de México. Socio fundador de la Asociación de Periodistas de Oaxaca. Corresponsal (Oaxaca) de la gran cooperativa de Excélsior hasta su privatización.

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