Por Cipriano Miraflores
En una sociedad polarizada, fracturada, quebrada, dividida, fanatizada, como estrategia de dominación por la 4T, la encuesta que pretenda medir los sentimientos políticos de los ciudadanos está condenada al fracaso, no sirve, no puede medir nada, porque no lo pueden hacer.
Por eso, entre los números de las encuestas son tan disímiles, en unos Claudia Sheinbaun lleva 70 puntos y en otros 45 puntos, o unos ponen a Xóchitl en 22 puntos y otros en 40 puntos. Esto no puede ser real o verídico.
Otro ejemplo en Oaxaca, en los casos de medición a los partidos y candidatos al Senado, unos ponen a Morena en 85 puntos y otros en 29, o al PRI en 19 puntos y en otros en 3 puntos. Encuestas publicadas y no publicadas no están logrando representar los sentimientos ciudadanos. Lo que digan son datos inexactos.
Sin embargo, en el ambiente político se puede percibir que al gobierno no está en un lecho de rosas por muchos factores que sería largo enumerar.
Un operador político electoral llamado «El Meme Garza» decía que al llegar a un lugar, «con el puro olor sabía quién iba a ganar.
«Mi percepción de este proceso electoral es que el gobierno de la 4T ya está perdido, a pesar de sus trampas, violaciones a la ley y juego sucio. Iré explicando las razones de esta percepción en estas páginas.
Pero en vía de mientras sean rabiosamente felices.
May