DE CIEN delitos que se cometen solo son denunciados como resultado del descrédito que en este sexenio alcanza la Procuraduría de Justicia del Estado; que terrible realidad la de Oaxaca donde la impunidad es alarmante a partir de la designación de EVENCIO NICOLÁS Martínez, como titular de dependencia tan cuestionada.
Si tomamos en cuenta que la cultura de denuncia en países ricos como Finlandia alcanza un índice de 70 denuncias por cada 100 delitos cometidos -en nuestro país es lo contrario-, la realidad en Oaxaca es que ha perdido la confianza en la procuración de justicia. Difícilmente la gente recurre al Estado para que le haga justicia. Pocos, o casi nadie, confía en la capacidad de respuesta por parte del Estado para investigar sus denuncias.
En lo personal, luego de algunos atracos contra el patrimonio de este columnista, el asesinato impune de tres compañeros voceadores de EL IMPARCIAL y la agresión contra compañeros reporteros, todos sin investigar, ¿hay algo qué reconocerle a ese señor que dice procurar justicia para los oaxaqueños?
LA TERRIBLE burocracia que se respira en los ministerios públicos; el lúgubre aspecto tanto de las oficinas como la negligencia y la corrupción de los funcionarios es lo que a final de cuentas inhibe al más osado ciudadano a presentar la denuncia. Prefiere padecer a los delincuentes que sufrir vueltas, papeleos y pérdida de tiempo, total, jamás verán la aplicación de un castigo para el delincuente.
ESTE es el tipo de justicia inaugurada a partir de la designación de EVENCIO NICOLÁS como procurador.
NO es para menos, los datos difundidos por EL MEJOR DIARIO DE OAXACA, respecto a que “de cada diez delitos que se denuncian ante la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) al menos ocho quedan en la impunidad y, si acaso tiene suerte el quejoso, en dos se ejercita acción penal”, sólo pueden encontrar una explicación en la inmensa corrupción prohijada por don EVENCIO. En la dependencia a su cargo se ve la política del avestruz llevada al paroxismo ¿O no?
EL PROCURADOR no solo es corrupto, también es tramposo de acuerdo a la investigación realizada por reporteros de EL MEJOR DIARIO DE Oaxaca.
LO PEOR es que se atreve a engañar a su propio jefe, el gobernador del estado pues “tramposamente”, en el IV Informe de Gobierno se destaca que de las 27 mil 836 averiguaciones que se iniciaron el año pasado, se resolvieron 17 mil 640 (el 63 por ciento) y sólo quedaron en trámite 10 mil 196 (el 36.6 por ciento), cuando en realidad sólo se ejercitó acción penal en 4 mil 527 averiguaciones previas (16.3 por ciento), según cifras del mismo documento.
DE LAS otras 13 mil 113 averiguaciones “resueltas” por la PGJE , en 4 mil 919 no se pudo ejercitar la acción penal y se “reservaron” 8 mil 163 “ante la imposibilidad temporal y legal de contar con mayores elementos”
Estos datos se resumen a que ¡SÓLO 16.2 DENUNCIAS DE CADA 100! Encuentran castigo. Ya por la burocracia, ya por la corrupción que se ha fortalecido a la llegada del pávido procurador EVENCIO NICOLÁS MARTÍNEZ.
LA REALIDAD es que con esos números lejos de impulsar la cultura de la denuncia el Estado sólo debe esperar que el ciudadano opte por la justicia por mano propia.
NO HAY otra alternativa para el ciudadano si en Oaxaca los asesinatos, los secuestros, los robos son el pan de cada día y la justicia no llega.
Si de por sí Oaxaca, se cuece aparte y si el Estado ha venido a menos, no hubo mayor impericia que colocar a EVENCIO NICOLÁS en el cargo de procurador ¿Qué clase de Justicia nos puede garantizar un personaje que sólo sabe decir: Estamos investigando.
DE TAN cuestionado por su nulidad, EVENCIO NICOLÁS se enconcha en el cinismo más degradante. No le importa la crítica de la Opinión Pública , engaña al gobernador, a la sociedad y se pitorrea hasta del Congreso que el año pasado le pidió la rendición de cuentas.
EL ÚNICO legislador que se ha atrevido a exhibir el cinismo de don EVENCION en la llamada “más alta tribuna del pueblo”, es Gustavo LAVARIEGA donde dejó constancia histórica de la incapacidad de este funcionario en cuya administración ha dejadocinco mil las averiguaciones previas rezagadas y archivadas, y que las víctimas o sus familiares –ante tanta burocracia– sólo se cansaban de tantos citatorios que solo servían para fastidiarlos y para que abandonaran sus pretensiones de justicia.
SI LAS ligas con la delincuencia son una ruindad, mostrarse asustadizo y timorato ante crecimiento tan alarmante de los delitos JAMAS investigados, es peor.
Oaxaca requiere de administradores de justicia, no muy valientes ni temerarios, simplemente responsables.
