Por Cipriano Miraflores
Celebrar elecciones auténticas periódicamente son signos de la salud de un régimen político democrático.
Fueron decenas de años que nos han costado para llegar, hasta el principio del Siglo XXI, a celebrar elecciones medianamente democráticas.
Solamente así llegó al poder político del país, AMLO. Pero este señor quiere anular este vía para otras u otros mexicanos. Esto no tiene razón alguna, más que la locura de poder y despropósito de este tabasqueño.
Durante el régimen de la Revolución encabezado por el PRI, el control de las elecciones, el fraude electoral y el mando único por el presidente y su partido fue la tónica.
Solo la lucha y la muerte de miles de mexicanos fue posible la apertura democrática, que ahora la 4 T, AMLO y Claudia Sheinbaun quieren anular.
Si gana Claudia Sheinbaun, adiós mi gabán, se cerrarán las puertas para que las y los mexicanos accedan, por la vía Electoral, a los cargos públicos de representación.
Solo nos quedará la protesta callejera, la organización del pueblo y hasta la vía armada para echar del poder a la nueva oligarquía del poder.
A la mujer que nos quieren imponer es de pocas pulgas, la vieron como trató al gobernador de Sonora y a la candidata de su partido para el gobierno de la Ciudad de México. Xóchitl es la única alternativa para seguir la vía electoral e ir madurando nuestra democracia.
Así que los ciudadanos tenemos la responsabilidad con la Patria y no es para menos.
Así las cosas, hoy me pronuncio por la verdadera emancipación de las mujeres, ya basta de la simulación de la supuesta equidad de género. Sobre todo de las pertecientes a los pueblos originarios que sufren la triple colonización: son mujeres, indígenas y pobres. En vía de mientras sean rabiosamente felices.
Padiush yuglule bishxe.
