Por Felipe Sánchez
Escaparate Político
Dos cuestiones están menoscabando la credibilidad en el partido Morena: el desgaste natural en el ejercicio del poder y, como lo dije ayer, la improvisación de los hombres y mujeres que, desde la militancia recia y el activismo desde las barricadas, saltaron al poder.
Los militantes del movimiento Regeneración Nacional de pronto se vieron dentro de un Morena que no termina de comportarse como partido político. Muchos, desde los más altos funcionarios hasta los diputados y servidores menores, no han comprendido porque están allí. Este es el motivo por el que la gente los identifica como aquellos que al no haber estado nunca en un cargo público son incapaces de moderar sus propensiones a los abusos de poder y la manera de disponer del dinero público sin recato.
Eso pasa con casi todos los del partido de AMLO que en este trienio saltaron al poder donde son duramente criticados. Es en el municipio donde los ciudadanos llegan a conocer la calidad de sus autoridades. A eso se debe la gran rebelión que están padeciendo.
NOCHIXTLÁN
El caso más conmovedor es el de Nochixtlán. La presidenta municipal Lizbeth Victoria Huerta está en la cárcel como autora intelectual de la desaparición forzada de la activista Claudia Uruchurtu. De acuerdo a las investigaciones, la decisión extrema contra la activista la tomó la edil. No toleró que la hoy desaparecida hubiera investigado y denunciado la gran corrupción con que conducía el gobierno municipal
El escándalo por la desaparición forzada de Claudia ha tenido repercusiones no solo judiciales sino también políticas. Además del encarcelamiento de la edil con dos de sus colaboradores, los rebotes políticos son tremendos.
Para empezar, las pesquisas salpican la carrera política del senador Salomón Jara. La presidencia municipal de Nochixtlán no la hubiera alcanzado Victoria Huerta sin el apoyo de este senador a quien se atribuye el padrinazgo en casi todas las alcaldías morenistas. Son tantas las connivencias que hay que en el mismo partido comentan que el proyecto político de la actual candidata a diputada local por la región de Nochixtlán, nuera de Salomón, no caminaría sin los recursos de este municipio.
ACTIVISMO REPUDIADO
Aunque el vandalismo rampante del COVIC (resistencia, dicen ellos) y el libertinaje del Cartel22 ya era insostenible en Nochixtlán, la bestialidad de la desaparición forzada terminó por aniquilarlos políticamente. La simpatía que pudo tener este movimiento surgido a partir del fracasado intento de desalojo de la supercarretera, hoy se torna en repulsión contra las hordas. Los habitantes de ese municipio, ya no soportan tantos abusos.
La animadversión contra la sigla COVIC (comité de víctimas) creció en Nochixtlán cuando la Fiscalía General reveló que uno de los dirigentes principales de este comité, identificado como el profesor Santiago Juan, es testigo protegido en el caso de Claudia.
Dicen que casi todos los involucrados en la desaparición forzada, con tal de salvar el pellejo, se ofrecen como testigos. Así son sus convicciones “revolucionarias”. Por ejemplo, del “maistro” Santiago dice los de su clan, que es un “destacado líder” del cartel22, pero en las redes sociales revelaron hace unos días que este profe aceptó el papel de “soplón” con tal de no ser detenido. Existe otro del COVIC que, revelan, pronto también será presentado como testigo protegido.
TEHUANTEPEC
La de Tehuantepec es otra de las presidentas municipales incondicionales de Salomón Jara. A Vilma Martínez Cortés se le involucra con el grupo de autoridades municipales que en toda la franja del Istmo formaron un bloque para el proyecto político “Salomón-gobernador”. Los comanda Antonino Morales Toledo y su fuerza la basan en el desvío de recursos de sus respectivos municipios.
Esta alcaldesa es otra de las que causa repudio entre sus gobernados. Resulta muy emblemática la retención de Vilma, secuestro dice ella, en la agencia municipal de San José el Paraíso por dos días ¿La causa? No cumplir con las obras que les ofreció como candidata, Hoy que volvió para pedirles nuevamente el voto no solo le dieron la espalda la retuvieron hasta que firmó el compromiso de informarles donde quedó el dinero que no invirtió en las obras que tanto necesita ese pueblo.
UNA MÁS
La edil Morenista de San Jacinto Amilpas, Yolanda Santos Montaño buscaba la reelección. Sus gobernados no solo la abuchearon, hasta la denunciaron jurídicamente por ejercer violencia política de género contra una de sus concejales. El Tribunal le prohibió reelegirse.
Como estos hay muchos casos más de presidentes municipales que causan vergüenza. Lo raro es que Morena, con el mismo Salomón Jara, para la próxima campaña, anda impulsando a otros del mismo corte. Mañana continuamos.