COMENTARIO A TIEMPO CAMPAÑA DE DESESTABILIZACIÓN CONTRA CUBA

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Por Teodoro Rentería Arróyave

Como se advirtió desde un principio, lo que ocurrió en algunas calles de Cuba es una muy bien planeada campaña mediática de desestabilización, así lo denunció en rueda de prensa el canciller, Bruno Rodríguez Parrilla.

Esa criminal extrema derecha que no conoce o desconoce todo respeto al derecho de los pueblos y lo único que le es propio son sus pingües y deshonestos negocios, está en todas partes, prueba de ella son los esbirros que mandó hasta la Embajada de Cuba en México para insultar y agredir a las personas que en forma pacífica se manifestaban a favor del pueblo cubano.

En Cuba no hubo el domingo 11 de julio un estallido social; hubo disturbios, desorden, causados por una operación comunicacional que se preparó desde hace tiempo, declaró el ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, al denunciar enfático, una campaña de desestabilización contra Cuba.

“El domingo pasado se manifestó en Cuba el impacto combinado de un aumento de un pico de casos y fallecimientos de la pandemia de covid-19. La tensión consecuente sobre el sistema nacional de salud, su efecto en la vida de todas las personas, miles de ciudadanos cubanos y sus familias, y también de las carencias económicas provocadas, especialmente en estos dos años, agravadas sensiblemente por la intensificación deliberada del bloqueo contra Cuba y el impacto de la pandemia en la situación económica internacional”, explicó el funcionario.

“Es sabido, agregó, que el Gobierno de Estados Unidos identificó el impacto del virus y la pandemia como una oportunidad para reforzar el bloqueo con motivaciones políticas y aplicar lo que llamó medidas de máxima presión para reforzar la agresión a nuestro país… Ha sido un intento deliberado, cruel, oportunista de aprovechar las condiciones de una pandemia para intentar estrangular nuestra economía”, evidenció Rodríguez Parrilla”.

“Se conoce, siguió en su denuncia, que el Gobierno de Estados Unidos ha dedicado históricamente, pero en particular en los últimos años, cientos de millones de dólares para interferir en los asuntos internos de Cuba, para hacer injerencia en ellos; para intentar inútilmente fomentar una oposición política al precio incluso de generar desorden, inestabilidad, con el fallido propósito de fracturar el orden constitucional, el consenso social, las condiciones de estabilidad, tranquilidad, seguridad ciudadanas, armonía, en que vive nuestro pueblo.

“Para ello ha utilizado herramientas de alta tecnología, poderosas y sofisticadas, de las cuales tiene, en este mundo desequilibrado, control prácticamente monopólico y lo ha hecho para tratar de aprovechar las duras condiciones sociales que ha generado en el planeta la pandemia y, en nuestro caso, haciendo, además, un uso impúdico, obsceno, desvergonzado de la mentira, la calumnia y la manipulación de datos en el intento de movilizar, convocar, incitar, manipular a las personas”, afirmó el canciller cubano ante la prensa internacional.

Continuó al recordar que “en la presentación de la resolución contra el bloqueo a Cuba, que aprobó abrumadoramente la Asamblea General de Naciones Unidas el 23 de junio, en el discurso se advirtió que “Estados Unidos emplean cuantiosos recursos, laboratorios sociales y herramientas de alta tecnología en una desenfrenada campaña dirigida a desacreditar a Cuba mediante el uso de la mentira y la manipulación de datos’”.

El 23 de junio, continuó, “ya teníamos información, y era evidente para quienes siguen las redes digitales y los datos, que arrancaba, que estaba en desarrollo ese día una operación comunicacional de alta envergadura.

En efecto, el canciller cubano, afirmó que lo que se dirime hoy “es la alternativa entre el derecho de un Estado independiente, soberano, de una nación, de un pueblo a ejercer su derecho a la libre determinación, a disfrutar de sus derechos humanos sin intervención extranjera ni injerencia en sus asuntos internos.

“Por tanto, concluyó, acuso al Gobierno de Estados Unidos de estar implicado directamente y de tener grave responsabilidad en los incidentes que ocurrieron el 11 de julio, y advierto nuevamente que será responsable de las consecuencias que se produzcan de persistir en esa política de estrangulamiento de nuestro país, de incitación a flujos migratorios, irregulares y desordenados entre ambos países o a la permanente instigación por parte de algún senador de la Florida para que se despachen medios navales con fines de provocación, flotilla o incluso que se sitúen medios navales en zonas próximas a nuestros límites territoriales.

“Advierto al Gobierno de Estados Unidos que su conducta irresponsable puede tener consecuencias graves que dañen el interés nacional de ambos países”.

La denuncia está hecha, es una denuncia de carácter internacional.