Por Teodoro Rentería Arróyave
“No hay plazo que no se cumpla, ni fecha que no llegue”. Hoy a las 7:30 horas cumplí 84 años de edad, precisamente en miércoles, rodeado de mi amada Silvia, de los no menos queridos hijos y colegas: Gustavo y Meritxell, Teodoro y Yenni, de los nietecitos Arnau y Gustavo, María Fernanda y María José, de toda la parentela y de todos los amigos, la gran mayoría también colegas. Muy agradecido por las felicitaciones adelantadas que significo en tres obsequiosas damas: Colila Eguía Tonella, Guadalupe Alejandra Galindo Flores y María Luisa Ureña. Ya lo celebraremos en forma presencial.
SEGUNDA PARTE
Empezamos esta serie, que ahora concluye, con algunas acepciones sobre el sentido y profundidad de lo implica hacer justicia; abordamos los dos primeros temas: el referente al que se hizo inédita justicia -el caso de George Floyd, el joven de raza negra asesinado en plena vía pública por un policía blanco-; el de la justicia a medias, porque los indultos a los líderes independentistas catalanes están supeditados, y finalizamos con el que se pretende hacer justicia.
Estamos ciertos de que con el Papa Francisco nos se juega, sobre todo en dos aborrecibles procederes que han manchada a la Iglesia Católica Apostólica y Romana: la pederastia y la corrupción, en forma precisa por el encubrimiento e inclusive defensa de los presuntos delincuentes religiosos por parte de algunos altos jerarcas.
El 1 de junio de 2021, la Santa Sede incluyó en el Código de Derecho Canónigo los delitos de pedofilia, posesión de pornografía infantil y la reparación del daño a las víctimas, a propuesta del Papa Francisco. Tal decisión marcó un antes y después, puesto que por primera vez el derecho canónico reconoce oficialmente como criminal el método utilizado por agresores sexuales para entablar relaciones con sus víctimas, con regalos y otras distinciones, para obtener favores sexuales.
El documento reconoce los daños causados y espera que al tipificar el delito se logre “prevenir males mayores y sanar las heridas causadas por la debilidad humana”.
Además, los delitos contra menores por parte de sacerdotes serán considerados por la sección titulada Delitos contra la vida, la dignidad y la libertad humana, detalló el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Juan Ignacio Arrieta.
Precisamente ahora el Vaticano investiga al que fuera ayudante del Papa Juan Pablo II, el cardenal polaco y arzobispo de Cracovia Stanislaw Dziwisz, por encubrir abusos a menores, en retiro desde 2016.
El Vaticano informó este sábado que estaba investigando al influyente ayudante del fallecido Papa Juan Pablo II. Por su parte la Nunciatura Apostólica en Polonia dijo que la Santa Sede envió al cardenal italiano Angelo Bagnasco a esa nación del 17 al 26 de junio para investigar los graves sucesos.
Son muchas denuncias y muchos cargos contra Dziwisz, actualmente de 82 años, documentados por la cadena polaca TVN24, además de una denuncia por pederastia presentada ante la fiscalía de esa nación.
Otros casos: desde el año pasado, el Vaticano ha sancionado a los obispos polacos por encubrir la pederastia de miembros del clero: al cardenal de 97 años Henryk Gulbinowicz, ya fallecido; el dimitido obispo Edward Janiak, y el del arzobispo de Gdansk, Slawoj Leszek Glodz.
Seguro que el ayudante del Papa Juan Pablo II, Stanislaw Dziwisz no será la excepción; con el Papa Francisco no se juega. La limpieza en la Iglesia era imprescindible, en ello está inmerso el primer obispo de Roma de origen latinoamericano.