Por Cipriano Miraflores
Desde la llegada de los invasores españoles, la corrupción se volvió un problema fundamental para todos nosotros.
Vamos a definirla de manera simple, diciendo que es la utilización de los recursos públicos para fines particulares, sea una persona, un grupo, una clase, incluso por un gobierno.
Por ejemplo, que ese gobierno utilice los recursos públicos para fines propios y no para la población.
En este sentido, ningún gobierno de la historia nacional se escapa de la corrupción. Hubo algunos más que otros, pero no hemos tenido gobiernos plenamente éticos.
Pero hubo gobiernos que se plantearon acabar con la corrupción, como el gobierno de Miguel de la Madrid y el actual gobierno de la 4T.En su Proyecto de Nación 2019 – 2024, la 4T se propuso ser un régimen honesto, como la tabla de salvación de México.
Reconoce que la corrupción es la causa principal de la desigualdad y de la tragedia nacional.
Cuando la 4T asumió el gobierno, México ocupaba el lugar 35 como el país más corrupto del mundo, hoy, desgraciadamente ocupa el lugar 30, es decir, es más corrupto que el gobierno de Peña Nieto.
Casi todo el presupuesto se usa para fines del propio gobierno y del presidente y no para el pueblo. Incluso los programas sociales se usan para conservar el poder, a confesión del propio presidente.
Qué cosa. Urge reivindicar la verdadera política y no la política como recurso para hacerse rico.Gobernar es sufrir por el pueblo, como lo dijo Nezahualcoyotl, y no un placer.
Está idea de nuestros pueblos, puede renacer con la otomí Xóchitl Gálvez, ojalá no nos falle.
En vía de mientras sean rabiosamente felices.
Padiush yuglule bishxe.
