Por Cipriano Miraflores
Es una realidad que el régimen político – administrativo de México no está en concordancia con la realidad diversa del país.
La tendencia de centralizar todo a costa de las realidades de las regiones, sobre todo, la centralización política en manos de una sola persona: el presidente de la República.
En esto nos ha ido más mal que bien. La voluntad de los presidentes ha prevalecido sin elementos racionales, prudentes, eficientes, coherentes.
Por ejemplo, endeudar al país, sin respaldo productivo, por Echeverría, López Portillo y López Obrador ha sido criminal. O el amasiato del poder político con el poder económico desde los años ochenta hasta el día de hoy, muy a pesar de AMLO, ha empobrecido al pueblo y enriquecido a los empresarios.
O la política indigenista que nació con Cárdenas y ha continuado hasta hoy, ha mantenido a los pueblos indígenas en pobreza, colonización y dependencia. Todo esto amenaza a seguir si gana Claudia Sheinbaum, ha jurado la continuidad.
Solo la victoria de Xóchitl Gálvez promete cambiar las cosas.Licurgo, un gobernante de Esparta, hace siglos, hizo el ejercicio de acomodar el régimen político a la realidad espartana, logró por ello, darle estabilidad, desarrollo y paz a su nación que duró 600 años.
El Federalismo Comunitario en lugar de Centralismo Autoritario y Despótico es la propuesta. Demodiversidad pues.
En palabras de Proudhon: Sociedad de Sociedades. Así que cuando deposite su voto, Vote Cambio, no vote continuidad. El futuro de México en sus manos y no en manos del dictador, autoritario y tirano y en su partido Morena.
Así las cosas, en vía de mientras sean rabiosamente felices.
May.
