R Á F A G A – Promover la Lectura, Estimular a Cuentistas y Poetas

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JORGE HERRERA VALENZUELA

POR IRRESPONSABLES, HAY CIENTOS DE CONTAGIADOS COVID 19

Una de las más nobles y emotivas tareas que no se ha perdido, a pesar de no contar con apoyos, oficial y privado, se realiza en la Ciudad de México y tiene proyección nacional en los rincones literarios, en talleres de lectura y de enseñanza para aspirantes a cuentistas, a escritores de diversa temática, así como a los amantes de la poesía. Crear el hábito de la lectura, impulsarlo en los hogares como antaño, implantarlo como obligatorio en las aulas, es solución a múltiples problemas socio-culturales que padecemos desde hace años. Es tarea de padres de familia.

A través de las invitaciones de la escritora Esther Vázquez Ramos he conocido dos de los talleres literarios, cuyas actividades arrojan ya resultados positivos e inclusive los trabajos, narraciones de aspectos diversos de la vida cotidiana, la entrega de cuentos y la revelación de nuevos poetas. La participación de los adultos, mujeres y hombres, supera a la de los jóvenes, por falta de más efectiva comunicación y ese es uno de los propósitos de mi comentario relacionado con el libro “primogénito” de Teté.

Como una especie de prólogo, para estar a tono con el tema, debo comentarles que al iniciarse el Siglo XXI cristalizó la idea de la extraodinaria reportera Noemí Atamoros Zeller para agrupar a sus amigas, colegas y conocidas, en la Asociación de Escritores Tirant lo Blanc México, estableciendo su sede y patrocinio en el Orfeó Catalá de Méxic. Y se dice rápido, ya llevan más de 33 antologías publicadas. Significativa aportación a la literatura mexicana que ya trascendió nuestras fronteras. Llegó a España, como paso inicial. Doña Noemí recibió reconocimientos premios por sus interesantes entrevistas y trascendentes reportajes en la Época de  Oro del diario Excélsior, dándole vida a las páginas de la Sección B.

En el desarrollo de los trabajos participan todas las socias y tanto Noemí como Teté  han coordinado la compilación de los trabajos, el diseño del formato, la presentación de la portada, producto de la creatividad de Alicia Moneny.  En forma entusiasta celebran la presentación de cada libro antológico.

Antes del ataque pandémico que sufrimos, Esther  me invitó a la presentación de un libro (Deseos… dudas, recuerdos), una antología del Taller de Proyectos Literarios. El prólogo en pocas líneas nos explica que “Esta es una antología rica en voces, en los que se incluyen textos con formaciones diversas tonos variopintos y experiencias literarias disimiles. Algunos textos son totalmente autobiográficos, otros lo son como textos sin intención; y de los otros…nunca lo sabremos”.

Esa edición tiene una novedad, pues solo participa un hombre al lado de diez mujeres y entre ellas está la maestra Charlotte Carranza Juárez, cuya vocación, conocimientos y paciencia comparte con su grupo, donde la admiración, reconocimiento y respeto son sus mejores recompensas. A este Taller mi estimada Teté se unió hace apenas tres años y dice estar muy feliz como con sus veteranas compañeras del Orfeó Catalá de Mexic.

EL PRIMOGÉNITO DE TETÉ

Al paso de los días, semanas, meses y hasta años, se lanza el “al fin, terminé y tener en las manos el libro, mi hijo, que revisamos una vez, otra, otra y otra, se equipara al momento que una mamá trae a este mundo al bebé, al primero, al primogénito”. Sonrisas, abrazos, felicidad. La diferencia entre uno y otro nacimientos, es que el libro es obra de una sola persona, aun cuando tenga auxiliares, correctores, presentadores y publicistas, además de los críticos anticipados que nunca faltan. Para el libro, mamá y papá.

“El lunes 15 de febrero pasado, escribió Esther Vázquez Ramos, la emoción y el festejo por este hijo, bienvenido, dentro de festejos y comentarios, recibí la llamada de mi maestro, amigo y periodista (su servidor) que como tal, me preguntó “porqué, para qué o para quién había escrito este libro”.

Hablábamos del “bautizado” como “Yo y la Cultura…una aventura entre letras”.

“Bueno, pensando en voz alta, espero que este libro llene un hueco faltante entre nosotros Los Mediadores de Lectura.

–Por favor Teté,  explica qué es un Mediador de Lectura.

–Un Medidor de Lectura tiene que ser, en principio, un buen lector. Aquí en este libro vierto mi experiencia como lectora. ¿Pero, para qué? Para sacar una lámpara maravillosa y encantar al individuo, infantil o adulto, para que sea un lector activo.

Mi exalumna de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García, asegura que “hay un sinfín de formas y de caminos” para motivar a ser lector activo. Después de leer un libro, se comenta con un interlocutor capacitado para ello. Ahí se inicia el hábito, aunque no siempre el aspirante lo consigue.

Cuenta nuestra escritora: “Tuve suerte y la vida me llevó de la mano, pues desde niña hubo personas lectoras que comentaban  textos, libros, artículos, en fin”.

 

–Dime, fue principio de tu formación, de tu vocación….

–En qué me basé. En dos libros de lectura de Michéle Petit, “Una infancia en el país de los libros” y “Nuevos acercamientos a los jóvenes y a la lectura”, un autora que cautivó a Teté.

18 AÑOS DE ARDUO TRABAJO

Esther Vázquez Ramos no oculta su felicidad por “haber dado a luz” a su primer hijo, después de años como narradora de cuentos, redactora de artículos, de conferencista en diferentes centros culturales y desempeñarse como Mediadora o Animadora de Lectura.

–Infiero que tu trabajo profesional de profesora y  de coordinadora del grupo literario, hizo complicado el integrar el libro.

–Me llevó 18 años conjuntar la información, la de mi trabajo como Animadora de Lectura. El libro lo comencé al parejo del Siglo XXI y no es que lo haya dejado de lado, pues concluí en el 2018.

–¿Qué retrasó la publicación, qué impedía el “alumbramiento”?

–Para diciembre de 2018 de hecho concluí la parte relativa a mi trabajo. Llegó el cambio de gobierno y terminó el programa para el que estaba contratada. Hasta noviembre de 2019 fue la recontratación, pero hizo acto de presencia “el señor COVID 19”.

“Este tiempo de relax lo he aprovechado para darle forma a la siguiente etapa. Fui en busca de la licenciada Rita Noemí Gamboa Victoria, conocedora del tema y fue incisiva en cuestionarme: “Para qué lo quieres (el libro)” e inmediatamente me cuestionó: “Simplemente para imprimirlo o para concurso”. Le contesté sin titubear: “Para concurso”. Nos pusimos a trabajar sin parar.

El deseo de concursarlo, no fue posible. Su amiga Silvia Velázquez Miranda le pidió un artículo sobre el libro y Teté redactó unas cuartillas tituladas “El Adolescente, el Libro y el Mediador”, publicado en la Nueva Gaceta Bibliográfica, del Instituto de Investigaciones Bibliográficas de la UNAM.

 Motivada, con la emoción del primer día, Esther continuó hablando:

–Elizabeth Muñoz Sánchez “me apoyó con la corrección de estilo”. Para el prólogo “el destino me puso a Charlotte Carranza Juárez” y “mi linda amiga y fotógrafa Gabriela Aguilar me pidió hacer una sesión fotográfica y los resultados están en la portada.

Después de recibir el certificado en Derechos de Autor, “fui a una sesión de Animadores de Lectura, donde Rafa Cessa conoció de mi libro y sugirió buscar a Angélica Icaza que tiene un taller y me inscribí, le hablé de mi libro y…

“…Angélica aceptó buscar “un hospital para dar a luz y los “doctores” resultaron especialistas. El 12 de febrero de 2021, al medio día, que llega el bebé (el libro impreso y encuadernado) como caído del cielo”.

jherrerav@live.com.mx