Por Felipe Sánchez
-Escaparate Político
De risa la competencia que han iniciado los burócratas aglutinados en el Sindicato de Trabajadores y Empleados del Gobierno del Estado. No han laborado en los últimos dos años supuestamente para no estar juntos ante la Pandemia, pero hoy andan apretujándose en diversas reuniones y viajes en pos de una dirigencia que ¡ya saben quién va a ganar!
Un viejo chupatintas me dice: apuesto doble contra sencillo que el gran cacique Juan Rafael “el pelón” Rosas, volverá a poner a un títere como es Juan Ignacio Cruz.
Mi informante basa su vaticinio en dos cuestiones: Primero, el número de sobres (en los que el empleado recibe su salario y prestaciones) que recibió de sus adeptos cada uno de los tres aspirantes para poder inscribirse en la competencia, indica que tiene mayoría. Segundo, en la astucia de sus patronos que bien saben que los candidatos no se mueven solos, cada uno tiene quien lo conduzca.
Con 8 mil sobres de empleados que se le adhieren, obtuvieron inmediatamente su registro las huestes de Juan Rosas.
Los seguidores de El Potro Julián Estrada apenas juntaron mil 500 sobres, y los morados de Joel Castillo pasaron de panzazo como 1,510 sobres. La convocatoria exige 1,500.
Dicen con buen sarcasmo que si Pedro Castillejos Villalobos candidato de la planilla rosa, tiene a su pelón (Juan Rafael Rosas) que le controla la brida, en la planilla morada es al revés. Es decir, el pelón es el candidato Arturo Díaz Sánchez y ante un hipotético triunfo, podría terminar poniéndole el cabestro al eterno cacique y aviador Joel Castillo
El “gallo” de los negros que maneja El Potro, es la señora Isabel Díaz.
Lo que está en juego entre los que manejan a los burócratas, como dije en anterior entrega, no es cualquier cosa. Van por el botín que significan casi un millón de pesos mensuales de cuotas sindicales. El lucro más codiciado está en la venta de las plazas laborales que le arrancan al gobierno en esas oscuras negociaciones a cambio de no alebrestar a la borregada de chupatintas.
TODOS QUIEREN
Como ya dije, en la planilla rosa donde el que lleva la voz cantante es El Pelón Rosas, aunque el que aparece como títere formal es el otro Juan…Ignacio Cruz Villavicencio, impulsan a Pedro Castillejos. Dicen que este ya recibió la bendición desde las altas esferas, pero quien sabe porque ya están metiendo las narices en el proceso electoral algunos operadores del partido Morena. Quieren a uno de sus simpatizantes en la dirigencia del sindicato de chupatintas. Es aquí donde el audaz Joel Castillo, cual moderna Hetaira, empieza a coquetear de la mano con su candidato Arturo Díaz. Están apostando a que el triunfo en la elección del nuevo gobernador sea para Morena, aunque también se les ha visto con el diputado “Carasucia” del PT.
Donde se ven más congruentes es en el grupo que controla Julián Estrada. Desde el inicio de la precampaña anunciaron que su delfina sería Isabel Díaz y con ella están.
En medio de tal competencia los que se ven más que nerviosos son los del clan de Joel Castillo. De último momento decidieron jugar con el color morado para empezar a coquetear con la tonalidad del partido Morena.
En anterior entrega dije que la desesperación llevó a Joel Castillo a ofrecer en venta su supuesta fuerza sindical a distintos partidos. Primero lo hizo con el PRI. Luego con el “Carasucia” Benjamín Robles y la diputada Margarita García, ambos del PT. Ahora buscan acercamientos con gente del partido Morena. También se reunieron con Luis Antonio Ramírez Pineda días antes de que dejara la contienda por la candidatura al gobierno.
Así como opera el Pelón Rosas quieren hacer lo mismo el Potro y Joel Castillo. Es decir, ubicarse como los que mueven al títere tras bambalinas porque los mejores negocios los hace el que está detrás del dirigente formal.
La holganza que les permite la Pandemia anima a estos burócratas que andan en campaña sin límite de tiempo ni de dinero (¿de dónde tantas vacas, Juan?). Han mandado al diablo las recomendaciones sanitarias por el COVID19 y abiertamente hacen reuniones masivas que han terminado hasta en enfrentamientos violentos.
Todos andan desatados, recorren el estado ofreciendo el oro y el moro a sus compañeros burócratas que laboran tanto en Ciudad Administrativa y judicial como en las oficinas dispersas en el interior del estado.
Es tan atrayente el negocio del sindicalismo que los seguidores del Potro que renunciaron formalmente a este sindicato insisten en ser activistas y por eso postularon a Isabel Díaz que desde ahorita es su marioneta.