CORRUPCION SINDICAL   

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Por Felipe Sánchez

-Escaparate Político

En relación a la gran corrupción en los Servicios de Salud de Oaxaca, funcionarios de todos los niveles dimensionan el tamaño del robo y vuelven a destapar la cloaca. Pero nada más. Todo indica que seguirá pasando lo que señala la sabiduría popular: “Chinto tapa a Chinto y Chinto a su compañero”. Es decir, darán a conocer cifras multimillonarias del hurto, mencionarán nombres de responsables, pero todos continuarán tapándose sus latrocinios.

Así ha pasado desde el 2008 y el gobierno de Alejandro Murat hasta hoy tiene la intención de poner orden con apoyo de López Obrador. Lo raro es que el presidente “paladín del combate a la corrupción”, nada ha dicho de investigar a los responsables de desvíos de recursos públicos tan escandalosos ¿Qué ocultarán?

Lo que ha trascendido es que reencauzarán el conflicto con la contratación de 300 médicos y enfermeras y se va solicitar un préstamo de mil millones al gobierno federal para saldar los adeudos con Hacienda. El único golpe de timón es que la negociación de las 300 plazas la hicieron al margen de la sección 35. El gobierno del estado logró 250 con intervención del Sindicato Nacional de Salud y recuperaron 50 más que ocupaban aviadores de los muchos que tiene la sección 35 y su corrupto dirigente Mario Félix, incluyendo a dos de sus hijos, según lo denunciaron en la tribuna del Congreso del estado.  Otro logro administrativo es que las recontrataciones solo serán para médicos y enfermeras.

Desde el gobierno de Ulises Ruiz y luego del nefasto Gabino Cue, pasando por los dirigentes sindicales Jenoé Ruiz y su compadre Mario Félix Pacheco, empezaron a sonar nombres de los autores de los desvíos multimillonarios. A la fecha solo hay un presunto culpable en la cárcel, el ex secretario de Salud Germán Tenorio Vasconcelos arrestado el 2 de junio del 2017 en Jalisco donde planeaba disfrutar su riqueza inexplicable. Pero nada más.

En el 2008 los abusos sindicales tomaron fuerza. Ante la corrupción del enfermero Mario Félix Pacheco los mismos trabajadores denunciaron que vendió 4 mil plazas a gente sin ninguna experiencia en cuestiones de salud. Muchos trabajadores de Tuxtepec, la Mixteca, Istmo y hasta del Hospital Civil que no votaron por Mario Félix, le manifestaron repudio. Solapaba hasta el abandono total de los centros de trabajo con el pretexto de cualquier reunión o cita sindical. El relajamiento del orden laboral en los SSO era insostenible.

BARRIL SIN FONDO  

El monto de los desvíos por no pagar las cuotas del ISSSTE, los impuestos a la SHCP y hasta la retención de los créditos de vivienda que sí descontaban a los trabajadores de los SSO, acumulan faltantes por trece mil millones de pesos. De todo esto los dirigentes sindicales, guardaron silencio cómplice mientras les permitían participar en el tráfico de plazas. Se habla de dos mil 200 trabajadores contratados sin autorización presupuestal. Mario Félix y su compadre Jenoe compartían el dinero desviado por lo que les resulta responsabilidad sin embargo en medio de la gran cloaca, nadie habla de llamarlos a cuentas

Desde que los gobiernos de Ulises y de Gabino empezaron a desviar tanto dinero público, el déficit sigue creciendo en unos mil 500 millones de pesos anuales. La situación es insostenible.  Además de la responsabilidad de los sucesivos gobernadores por tolerar tantos desvíos, también la resulta culpabilidad por omisión al ISSSTE y a la Secretaría de Hacienda.

EL SALTO DEL CHAPULÍN  

El diputado Cesar Morales Niño, hijo putativo del Carasucia Benjamín Robles Montoya, en un intento por lavarse la cara denunció desde la tribuna la gran corrupción del líder sindical de los SSO, Mario Félix Pacheco. Quiere lavar su honra porque su trayectoria como legislador transcurrió entre señalamientos de tráfico de poder y exigencia de “moches”. Tal vez lo hizo con la intención de marcar distancia ante su mecenas Robles que con Gabino operaba como vicegobernador de facto. Como tanto poder pervertía junto con el temible Coco Castillo a los líderes del sindicato de salud y a otros para controlarlos. La confabulación en la compraventa de plazas sin autorización del gobierno federal y otros negocios como lo uniformes para los sindicalizados, se hizo común. Un ejemplo.

Mario Félix y  Jenoé Ruiz, caciques sempiternos de la sección 35, en el año 2008 aceptaron el pago de 7 mil pesos en lugar de uniformes para cada uno de los más de 15 mil agremiados. Un fabuloso negocio de más de 10.5 millones de pesos. Recibieron el dinero y los uniformes nunca se entregaron. Para apagar la inconformidad de los trabajadores les dieron vales de despensa. La transa la operaban con el Coco Castillo. Mañana continuamos.