LOS MOTIVOS DE DIÓDORO
EL INTENSO activismo político del ex gobernador priísta y hoy influyente panista DIÓDORO CARRASCO ALTAMIRANO, para que GABINO CUÉ sea gobernador, se explica de la siguiente manera:
ESTÁ obsesionado en cobrar viejas cuentas, sobre todo a su nuevo partido, el PAN.
SI EN 1995 el partido Acción Nacional truncó la posibilidad de conservar su feudo cuando el panista orgánico PABLO ARNAUD CARREÑO le ganó la presidencia municipal a su tío (de DCA) DAVID PALACIOS GARCÍA, está claro que hoy viene por la revancha: Si los panistas le quitaron la oportunidad de establecer con su tío un continuismo político, con el mismo PAN quiere ahora recobrar el poder. A eso se debe su obsesión de ganar las elecciones a través de su alter ego.
COSAS de la política. No hay que olvidar que en los tiempos hegemónicos del PRI, perder las elecciones para el gobierno de la capital oaxaqueña era casi el suicidio político. Con la suficiencia que solían actuar los priístas en el poder, ni remotamente pensaron que PABLO ARNAUD CARREÑO un empresario venido a menos, les podía ganar con las siglas del PAN.
MUCHO tardaron el entonces gobernador y su tío en digerir la derrota. Diódoro, a pesar del fracaso, no fue enviado al purgatorio. Por el contrario, al terminar su mandato en 1998, a los pocos días fue ungido Subsecretario de Gobernación por “méritos en campaña”. Es decir, por perseguir tenazmente y llevar a la cárcel a medio centenar de presuntos guerrilleros del EPR. Al ser ungido su jefe FRANCISCO LABASTIDA OCHO candidato del PRI a la presidencia de la República, Diódoro fue nombrado Secretario de Gobernación, el puesto político más importante después de la Presidencia de este país.
PERO a pesar de lo que parecía una fulgurante carrera política, DIÓDORO tuvo dos escollos políticos que no pudo remontar.
PRIMERO, el fracaso de su plan para hacer a su tío presidente municipal en la capital oaxaqueña con la posibilidad de dejarlo como sucesor en el gobierno. El PAN se le atravesó, le ganaron la elección y su propósito fracasó.
SEGUNDO, como Secretario de Gobernación sentía tener la fuerza política suficiente para imponer como sucesor a JOSÉ ANTONIO ESTEFAN GARFIAS. Se le atravesó nuevamente la persistencia de JOSÉ MURAT quien supo aprovechar la circunstancia del “monrrealazo” y amenazó que así como el Senador RICARDO MONREAL desertó del PRI para irse como candidato del PRD al gobierno de Zacatecas, él haría lo mismo. La artimaña funcionó y DIÓDORO perdió. Pero no solo perdió la segunda posibilidad de forjar su estabilismo político en Oaxaca, malogró hasta su status de priísta distinguido. La escaramuza con MURAT se tornó muy áspera al grado de que éste urdió perversamente su expulsión del PRI lo que le significó otro golpe político, quizá el más letal: Como priísta DIODORO perdió la posibilidad de buscar la Presidencia de la República, única posición que le falta en la escala de la política mexicana.
EL ARGUMENTO para echarlo del PRI fue que apoyaba al candidato de otro partido, es decir a GABINO CUÉ.
ASI COMO en el 2004 cabildeó con singular exaltación para que GABINO fuera el abanderado de los mismos cuatro partidos, hoy reedita con mayor vehemencia el mismo juego. Los bien informados me dicen que entre los principales políticos que vendieron a FELIPE CALDERON la idea de unir al PAN con el PRD y repetir a GABINO como candidato como única posibilidad de derrotar al PRI, fue precisamente el ex priísta y ex gobernador DIÓDORO CARRASCO ALTAMIRANO.
DE GANAR Gabino Cué, su alter ego, DIÓDORO apuesta a su reinstalación en las grandes ligas de la política con la posibilidad de, ahora sí, ser candidato a la Presidencia de la República.
ESTO explica su obsesión y para lograrlo no le importa aliarse hasta con el diablo. Y como en política se vale todo menos perder, hoy vemos a DCA de la mano con los grupos políticos que lo denostaban al final de su mandato ¿Recuerdan?
LIBERTAD
De verdad que nadie, absolutamente nadie estaría en contra de las manifestaciones de los mentores si lo hicieran como lo hizo la Sección 59, DENTRO del período vacacional y sin cerrar calles, simplemente mediante plantones en el zócalo. Eso es saber que la libertad de uno termina donde comienza la libertad del otro.
