MORENA, TRIUNFALISTA  

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Por Felipe Sánchez     

-Escaparate Político

Hay dos cuestiones que nos llevan a creer que, efectivamente, el triunfo del partido Morena -con “cualquiera que sea el candidato” a gobernador- en Oaxaca será arrollador el próximo año. Independientemente de que así lo reiteraron el líder del Senado de la República Ricardo Monreal y el dirigente nacional Mario Delgado, en su reciente estancia para alzar la mano a Salomón Jara en evidente señal de que “es el elegido”, es evidente que la oposición está inerte. A eso podemos atribuir tantas cuentas alegres.

Los embelecos fueron tantos que, seguramente, empalagaron a Jara que respondió “estoy dispuesto para conducir a Oaxaca hacia un mejor futuro”. A ver si AMLO no les da con la puerta en las narices con su “destapado” porque eso de las encuestas es pura faramalla. El gran dedo elector ha transmutado en López Obrador.

De todas formas la actitud triunfalista de los morenistas crece en Oaxaca. Vinieron a festejar adelantadamente la victoria ¿saben por qué?

Primero, por los díceres desde las cúpulas del partido de AMLO que, en tono envanecido, repiten que ya ganaron. Segundo, el apocamiento de la oposición reducida a la nada. En el PRI algunos sobrevivientes pretenden la candidatura, aunque sea para recoger las varas de artificios pasados. Todo indica que su tirada es mantener la precaria alianza “Va por México” donde el único que respira es el PAN, pero no en Oaxaca donde se ha reducido a dos sempiternos “líderes” Juan Iván y Antonia Natividad Díaz que agregó a la nómina a su hermano. Ambos son diputados. Su pretensión es que, con los pocos votos que pudieran obtener, persistir políticamente. Dos son los rescatables del PRI: Paco Villarreal reconocido por su pericia en domar a esa bestia política conocida como Cartel22. Está también Eviel Pérez Magaña anclado en sus tiempos de glorias pasada como aquella fracasada candidatura a gobernador que le redituó más de 600 mil votos, aunque su competidor Gabino Cue ganó con el ofrecimiento del “cambio” resultó un fiasco. La historia ya lo registra como el gobernador depredador del patrimonio de Oaxaca (2010-2016)

CUENTAS ALEGRES

No solo los Morenistas hacen cuentas alegres. La Consultora Integralia ve la victoria del partido de AMLO no solamente en Oaxaca. Dice que ganará en 5 de las 8 gubernaturas a renovarse en 2022 y 2023. Los entusiasma la posibilidad de que López Obrador pudiera llegar a la sucesión 2024 con 21 entidades gobernadas. El próximo año, igual que en Oaxaca, habrá elecciones de gobernador en: Oaxaca, Aguascalientes, Durango, Hidalgo, Quintana Roo, Tamaulipas.

No hay que echar en saco roto lo que recalcaron en sus discursos domingueros Monreal y Mario Delgado. “El presidente no le fallará a Oaxaca como tampoco ustedes le pueden fallar”. Saben que Morena tiene un amigo gobernador y el ejército más grande y mejor pagado de prosélitos que son los 80 mil trabajadores de la educación.

EL SALTO DEL CHAPULÍN

Este panorama hincha a los morenistas que insisten en que el triunfo de su partido en Oaxaca está más que cantado por las razones que menciono líneas arriba. El gobernador Alejandro Murat aunque simpatiza abiertamente con el presidente López Obrador también cobija al Partido Verde del que es senador el joven tuxtepecano Raúl Bolaños Cacho Cue muy cercano a Murat. Ambos buscan concretar la alianza Morena-PVEM para la próxima elección.

El mismo gobernador Murat sabe que no hay esperanza de que el PRI en Oaxaca pueda recuperar los votos que obtuvo en elecciones pasadas. En 2010, por ejemplo, el PRI se adjudicó una de las más altas votaciones con Eviel Pérez Magaña como candidato: 613 mil votos (coaligado con el Verde), aunque perdió frente a Gabino Cué Monteagudo, quien ganó con 733 mil votos abanderado por la coalición PAN-PRD-PT-Convergencia. En 2016 el PRI recuperó la gubernatura con Alejandro Murat como candidato, pero con apenas 497 mil votos encabezando la coalición PRI-PVEM-Panal.

El arrastre de López Obrador y el agresivo activismo electoral de las huestes magisteriales, están por enterrar al PRI y al PAN en Oaxaca. El Tricolor, desde el triunfo de AMLO ha ido en picada: En las elecciones locales de 2018 disminuyó a los 359 mil votos, y en la reciente elección se redujo a los 332 mil. Mientras Morena en los últimos dos procesos electorales ha mantenido sus más de 700 mil votos en la entidad. Por eso hacen cuentas alegres y sienten que la gubernatura la tienen en la bolsa “con cualquiera que sea el candidato”. Vale decir que la actitud triunfalista del Morena es incierta ¿saben por qué? El padrón de electores de Oaxaca es de dos millones 565 mil ciudadanos, según los últimos registros del INE.