UN MENSAJE MUY CLARO

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Por: Javier HERNANDZ CORDOVA
Los hechos de violencia ocurridos ayer en San Martín Mexicapan derivados de un crimen más de los cafres de siempre que sin ninguna responsabilidad operan los autobuses de las líneas del transporte urbano. No es otra cosa más que el vaso ya derramado de una sociedad harta, no solo de la impunidad que gozan los transportistas de estas líneas camioneras, sino de la impunidad en su totalidad que se ha generado a causa de la corrupción y podredumbre extrema en la que ha caído la Procuraduría General de Justicia en los últimos años.
Si me preguntaran en este momento: ¿Que área de la Procuraduría de Justicia no está corrompida? No lo pensaría dos veces en decir que ¡ninguna! Unas más y otras menos, pero no existe una sola de las áreas de esa dependencia en la que, sin un billete por delante, no se resuelve ni avanza nada.
Aunque podría afirmar, sin temor a equivocarme que son la Policía Ministerial y el área de peritos, las que se disputan el primerísimo lugar en cuanto a alardes de corrupción dentro de la venta de la procuración de justicia al mejor postor.
Es en la Procuraduría General de Justicia, donde las líneas camioneras o los ajustadores y abogados de las compañías aseguradoras, tienen la voz de mando, merced a las igualas ya convenidas con antelación y que les permite hacer y disponer en cualquiera de las áreas bajo su control, sin ningún recato.
Esto, es ya un descarado secreto a voces, que la ciudadanía común lo sabe, de ahí que ayer los habitantes de la colonia Hidalgo se hayan decidido hacer justicia por propia mano, aún a costa de la represión oficial, en contra de los colonos detenidos y señalados de ser quienes encabezaron la quema de los dos camiones del transporte urbano.
No estoy ni estaré nunca de acuerdo con acciones violentas de esta naturaleza, pero tampoco puedo estar de acuerdo en que la Procuraduría General de Justicia del Estado haya caído en ese mar de estiércol y corrupción, y que de alguna manera justifica la acción de la gente del pueblo, que de esta manera les dice ¡ya basta!
El mensaje es muy claro para el gobernador, porque también no es para nadie un secreto que desde la dirección de Peritos se manejan todos los hilos en esa dependencia, y precisamente el director es su primo hermano.
No se si el titular de la dirección de peritos tenga el perfil para el puesto, al igual que sus subordinados, pero lo que sí se es que, ahí, en esa área el procurador de justicia, Evencio Nicolás Martínez es un cero a la izquierda, y que hasta festinan y se mofan cuando cumplen al revés cualquiera de sus ordenes o instrucciones.
Varios profesionales del Derecho que han preferido renunciar a esta dependencia se manifiestan asqueados de lo que ahí ocurre, pero saben que nada ni nadie podrá impedir que esta situación continúe y crezca más y más.
Lo ocurrido en la colonia Hidalgo de San Martín Mexicapan es solo un botón de muestra de lo que se podría generalizar. Y no estoy diciendo que se trate de alguna acción de la APPO, sino que, al parecer, todo indica que ahora si fue el verdadero pueblo.
Esto se podría para con tan solo un poco de voluntad, el Ejecutivo del estado es quien tiene la palabra.

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