«Los autogobiernos enfrentan serios problemas de corrupción», sostuvo Humberto Santos Bautista; ni son campesinos, ni son estudiantes ni son socialistas, dijo a los alumnos de Ayotzinapa cuando se resistieron a transformar el plantel.
El ex director de Ayotzinapa, Humberto Santos Bautista,reconoció que el normalismo rural ha perdido el rumbo para el que fue creado, sostiene que los autogobiernos en sus planteles enfrentan serios problemas de corrupción y recordó que en su momento, hizo ver a los alumnos que “ni son campesinos, ni son socialistas y ni son estudiantes”.
Santos Bautista es doctor en Ciencias Sociales por la Universidad Autónoma Metropolitana, tiene una larga trayectoria en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN) y ha sido docente en la Universidad Autónoma de Guerrero (UAGro).
Se le conoció ampliamente por asumir de manera voluntaria la dirección de la Normal Rural Raúl Isidro Burgos en 2011, en medio de la agitación generada por el asesinato de los estudiantes Alexis Herrera Pino y Gabriel Echeverría de Jesús, en un desalojo registrado en la Autopista del Sol.
Cuando el normalismo rural parecía fuera de control, el personal docente y la dirección habían sido completamente desplazados por la sociedad de alumnos Ricardo Flores Magón, que es la que controla el plantel, la Secretaría de Educación Guerrero (SEG) no encontraba la manera de iniciar un proceso de reconciliación con la comunidad estudiantil.
Fue entonces cuando el doctor Santos Bautista, identificado por su afinidad con el ala izquierdista de la UAGro y de la UPN, ofreció tomar en sus manos la dirección de la Normal Rural, con la condición de no cobrar salario por ello para tener la completa libertad de interactuar con los alumnos.
La meta inmediata del doctor Santos Bautista fue estabilizar al plantel, lo que consiguió en un periodo regular a partir de una serie de reuniones con la sociedad de alumnos en las que los convenció de la necesidad de mantener funcionando la escuela, para evitar la pérdida del curso escolar.
Lo que seguía era impulsar un modelo que permitiera transformarla en el aspecto académico, para convertirla en un referente en el estado de Guerrero y en el país.
Santos Bautista sostiene que los jóvenes inscritos en Ayotzinapa tienen el potencial y la obligación de trascender, solo es cuestión de que haya un verdadero compromiso con la transformación. Sin embargo, en esa parte no encontró respuesta positiva, lo que propició su renuncia al cargo.
Al paso del tiempo, los estudiantes que conocieron al doctor Santos Bautista, ahora ya como profesores, se expresan hacia él con respeto, pero evitan comentar lo relacionado con el proyecto que les propuso y que fue ignorado.
El rumbo que se perdió
Ante el planteamiento hecho por el presidente Andrés Manuel López Obrador, en el sentido de que se deben revisar los autogobiernos que existen al seno de las 16 normales rurales del país, Santos Bautista sostiene que hay algunos elementos que se deben reflexionar.
De inicio, señala que las normales rurales fueron creadas en la década de los 40´s, durante el gobierno del general Lázaro Cárdenas del Río, con un modelo pensado “para un México que ya no existe”.
«El normalismo rural fue creado para un México que ahora tiene problemas distintos, a los que las normales ya no responden, porque sí existe marginación y pobreza, pero las propias normales en estos momentos extraviaron los fines para los que fueron creadas”.
En los espacios en los que ha tenido oportunidad, dijo que ha cuestionado porque antes de convertirse en licenciaturas, los egresados de las normales tenían la habilidad de enseñar a leer a los niños en un promedio de dos a tres meses, pero ahora, pueden pasar de dos a tres años y los menores lo hacen con mucha dificultad.
“Es cierto que hay serios actos de corrupción en los autogobiernos, autogobierno no quiere decir que no usen recursos públicos y en esa parte deben tener claro, las normales dependen de los recursos que les da el pueblo, por eso estarían más obligados a proceder con más transparencia que las mismas instituciones del gobierno”, plateó el ex director.
De acuerdo con Santos Bautista, quienes controlan a las normales rurales están obligados a entregar mejores resultados que las instituciones a las que cuestionan, para colocarse como referentes ante la sociedad. “Los autogobiernos no son para que haya un ambiente de opacidad en las escuelas, para que no se rindan cuentas”, enfatizó.
Reconoce que si bien existen algunas acciones de solidaridad con las comunidades cercanas al plantel, lo cierto es que ya no se tiene la vinculación de otros años. Más aún, señaló que en el reglamento que rige a las normales, se indica que el 80 por ciento de la matricula debe ser originario de las comunidades cercanas, de tal manera que solo el 20 por ciento se reserva para alumnos que lleguen de otras zonas, sin embargo, en los últimos años ese porcentaje se invirtió.
“Las normales no están exentas de corrupción y deben revisarse, porque sus alumnos y egresados deben ser un ejemplo de ética”, sostiene. A pregunta expresa, recordó la razón por la que decidió renunciar a la dirección de Ayotzinapa. “En una reunión yo les dije a los jóvenes: Ni son campesinos, ni son socialistas y si no entran a clases, pues tampoco sin estudiantes”. Ante la resistencia para impulsar un esquema de trabajo que transformara académicamente a la normal, les invitó a ser desde Guerrero, el ejemplo que le diera sustancia a la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas de México (FECSM).
“Ser campesino es entender que incluso el campo ahora ha cambiado, que hay muchas cosas que ya no son como en la década de los 40 del siglo 20, además, el líder de la revolución Rusa, Vladimir Ilich Lenin decía que el buen revolucionario debe ser el mejor estudiante, porque la gente, si se dice de izquierda no debe cultivar el analfabetismo”, explicó.
Ser un ente formado desde una perspectiva de izquierda, sostiene que ayuda en mucho a leer los problemas de ahora, sobre todo en el proceso educativo, el que se entiende como un proceso de formación profundo y continuo.
Durante la charla, Humberto Santos Bautista precisa que la responsabilidad del rezago que se enfrenta no es solo del normalismo rural, pues hay vicios que han permeado en todo el sistema educativo. Por eso, sostiene que no es posible que Guerrero tenga el mayor número de normales públicas y al mismo tiempo el mayor número de analfabetas, pues eso implica que no existe una correspondencia entre lo que se forma y los resultados que se aportan.
“En Guerrero tenemos nueve normales públicas y 18 privadas, eso quiere decir que volvieron el normalismo en un negocio, muchos políticos crearon normales para hacer negocio con las plazas, lo que dio paso a la creación de burocracias corruptas e ineptas, por eso, actualmente vemos en las secretarías de Educación, de los estados y del país a gente que no entiende los problemas del sector”, anotó.