¿Y EL CAMBIO?
SI ALGO preocupaba a los hacedores de imagen de la coalición “paz y progreso”, la cavernícola acción de los perredistas con sus retos y golpes “barriobajeros”, definitivamente vino a descomponerles la veredita de la esperanza…de ganar.
PERNICIOSOS y peligrosos como han sido siempre en su manera de hacer política, los dueños de las diferentes tribus amarillas no solo se reafirmaron como prisioneros de la autodenigración, también contaminaron el afán de pureza de los panistas.
ALGUIEN del equipo de GABINO, con malas intenciones sugirió a los perredistas dialogar civilizadamente el reparto de las curules plurinominales. Como los amarillos no entienden razones ni practican la negociación civilizada, aquello terminó como el Rosario de Amozoc:
Cuenta la leyenda que, Catalina alias “La Culata” que en este caso sería “La Democracia”, tenía lo mejor de ambos mundos. Mujer tan atractiva dejaba a su paso un reguero de cadáveres masculinos que habían enloquecido y muerto de amor por ella. Catalina no se daba por enterada y con sus galas siempre elegantes y sugerentes acudía todas las tardes al templo para el rezo del Rosario que era una costumbre muy entrañable para ese villorrio llamado Amozoc. Cierta tarde cuando el templo estaba pletórico de amigos y enemigos de “La Culata” y de hombres esperanzados unos y otros malheridos por el amor de esta mujer con atractivo incomparable. Solo se oía el bisbiseo de las rezanderas que decían “Mater Inmaculata” algunas y otras decían “maten a La Culata”. Como esto último lo oyera un caballero del bando de Catalina, sin el menor miramiento por la santidad del lugar, desenfundó su tizona, lo propio hicieron los del otro bando y ¡bang, bang! se armó una épica batalla. Se dieron con todo, todos contra todos, hasta los pesados crucifijos de bronce volaban por los aires, lo mismo hacían las veladoras que a su paso incendiaban las colgaduras de tela, manos pecadoras vaciaban cepos y urnas…Este magno zipizape fue después conocido como “El Rosario de Amozoc” y años después como “elecciones del PRD”.
CAUSA Y EFECTO
POR LO QUE vemos en la catadura del candidato GABINO CUE, siempre adusto, parece que hay algo que no embona en su nuevo intento por alcanzar el poder. La causa puede ser la rijosidad de los perredistas y la desconfianza de los panistas a los que les empieza a pesar la contaminación que sufren del PRD. El comportamiento tan desaseado de los perredistas y la susceptibilidad de los azulejos, puede dar al traste con el esperado triunfo. Si partimos de que los votos de estos dos partidos son los únicos que lo pueden llevar al gobierno, el stress de Gabino es entendible.
AUNQUE parezca irónico, Convergencia que es el partido donde Gabino acepta militar -después del PRI-, podría hasta perder su registro con todo y que se haya alzado con la candidatura a gobernador. Pero hay otro tema más preocupante para este candidato: El virtual retiro del PT de la alianza.
ABONA también el desprestigio de la alianza “paz y progreso”, otra acción perredista que, por su temeridad, fue noticia de primer nivel en todos los medios. Me refiero al asalto al palacio legislativo del estado de Hidalgo, donde de manera más que salvaje las huestes amarillas golpearon a los diputados y secuestraron, con una violencia equiparable a la narcomafia, a un diputado del PRI.
CUÁL CAMBIO
ES DE creer que todo esto ya lo calculaban los analistas de la alianza “paz y progreso”. Esto explica su apego indefectible a la vieja guardia del PRI, los que gobernaron con DIODORO CARRASCO. Saben que la guerra será entre los mismos, “Kramer contra Kramer”. Los priistas que están fuera del poder parecen decirle a ULISES y su burbuja “quítate tu para ponerme yo” ¿El cambio para que todo siga igual?
LOS ASISTENTES al desayuno del domingo pasado, confirman que esta es la tirada.
ALLI ESTUVIERON veteranos diodoristas como Cuauhtémoc González Pacheco, economista convertido en ambientalista; el appista Biólogo Salvador Anta Fonseca, gerente de la CONAFOR en Oaxaca, ambos supervivientes del equipo zedillista de la bióloga Julia Carabias. Cuauhtémoc, asistente parlamentario del senador René Arce, hace meses convocó a reuniones políticas soterradas y en una de ellas planteó dos cosas: el acuerdo entre Nueva Izquierda del PRD y Felipe Calderón para que una vez alcanzada la presidencia de ese partido por Jesús Ortega se frenara a toda costa a López Obrador y a cambio se les entregarían las gubernaturas de tres estados, entre ellos Oaxaca.
Incluso llegaron a mencionar que Círigo, alias René Arce, sería el candidato a gobernador.
Cuauhtémoc González Pacheco es hermano de Moisés González Pacheco quien fue profesor de Lógica y Filosofía en la UABJO , ex dirigente estudiantil de brillante discurso marxista-leninista, acérrimo crítico del gobierno de Díaz Ordaz resultó preso en el campo militar número uno del que pudo sobrevivir gracias a la influencia de Enrique Pacheco Álvarez, quien lo rescató prácticamente de ese lugar. Posteriormente lo hicieron Director Jurídico de la UNAM. Es ahí donde incorpora a su hermano Cuauhtémoc quien capitaliza de manera hábil el prestigio de Moisés.
RESULTA que el par de maniobreros asistieron al desayuno donde le presentaron mancomunadamente a Diódoro y su delfín Gabino Cué, una propuesta para la creación de la Secretaría Estatal del Medio Ambiente Sustentable “para resolver de fondo el grave problema ambiental de Oaxaca”. Dicen testigos que Cuauhtémoc, emocionado y al borde del llanto, refirió lo abandonado que “están las comunidades de Oaxaca”. Exasperado dijo a Diódoro que no era posible que estuviera así Oaxaca. De pronto olvidó que siendo Diódoro gobernador, ocupo la Delegación de la PROFEPA , donde lo único que hizo fue cobrar y volcar su afecto personal hacia la subdelegada Georgita Ruiz Michael, ex esposa de Carlos Guzmán Clark caballerango de DCA y titular de la SEDAF en la misma administración. Posteriormente Diódoro nombró a Georgita delegada de la PROFEPA , cuando decidió mandar a Cuauhtémoc a la vocalía ejecutiva del IFE a manipular los comicios en busca de preparar el terreno para imponer un delfín en la sucesión gubernamental, proyecto que le descompuso el movimiento ciudadano que impulsó la candidatura de una planilla de concejales ciudadanos, única en la historia política de la capital.
