EL SALTO DEL CHAPULÍN
LA INDUSTRIA del chantaje político crece boyante, cada día son más los “luchadores sociales” que viven de este jugoso negocio ante la impunidad que prohija el gobierno.
EN UN viaje por carretera a Puerto Escondido el pasado 4 de enero, un bloqueo nos retuvo a innumerables viajeros más de 8 horas en el tramo Ejutla-Pochutla. El pasado fin de semana, otra vez la misma persona, un tal Elías Jiménez Ramírez, profesor de la Sección 22 con el respaldo de miembros del FPR encabezados por Tomás Torres, volvía a cerrar la carretera a Puerto Escondido. ¿El pretexto? Destituir a Leonides Silva Altamirano, presidente municipal de San Gabriel Mixtepec a quien acusan de haber hecho “mal uso de los recursos” municipales (la ocasión anterior querían la cabeza del edil de Miahuatlán, Juan Ramos)
ASÍ, nada más por sus pistolas, volvieron a cerrar todo el día la carretera. El presidente municipal de Miahuatlán JUAN RAMOS RAMOS, y ahora su colega del tal Leonides, se mueren de la risa. Llamaron a los chantajistas del FPR, les dieron su lana, se entendieron y ya, pero a la gente que sufrió tantas horas con el bloqueo nadie les dio siquiera una explicación. Ni policías federales (porque esos andan más ocupados embriagándose, levantando terror con sus disparos al aire), ni militares, ni policías estatales o municipales, nadie, impide estos abusos que, desgraciadamente, ya son costumbre en Oaxaca. Y así quieren que haya turismo.