LA HUELGA loca del STEUABJO, como movimiento sindical para la reivindicación real de sus afiliados, resultó una pifia. Como acción política del cacicazgo de ABRAHAM MARTÍNEZ para demostrar su fuerza de control en esta institución, tiene sus interpretaciones, pero la gran víctima de los grillos, como siempre, sigue siendo la Universidad que perdió dos semanas de productividad.
FUE una negociación torpe y sin sustento pero eso si, muy apresurada en las últimas 24 horas porque los perturbados dirigentes sindicales, encabezados por el tal TRUJILLO, se enredaron en sus propias trampas al anunciar que la huelga continuaría cuando estaban en vísperas de las vacaciones de Semana Santa.
PERO hay algo más que exhibe la mala leche de los que llevaron al STEUABJO al paro loco de casi dos semanas.
ME informan que en el segundo día del paro los sindicalistas aún creían que, tal como se lo decían sus dirigentes, el patrón les iba a conceder la TOTALIDAD de su pliego petitorio, hasta cuestiones absurdas como el de quitar y poner directores, jefes de departamento y altos funcionarios. El desencanto de los agremiados al STEUABJO se dio al tercer día del movimiento. Se enteraron que Eduardo Martínez Helmes, hijo de Abraham, secretario particular del Rector RAFAEL TORRES VALDEZ y figura que opera prácticamente como “poder tras el trono”, tuvo una encerrona con la fracción sindical que comanda David Matías. La sospecha la confirmaron por dos cosas:
EL secretario particular dispuso en esas pláticas de una partida especial del presupuesto.
INMEDIATAMENTE el STEUABJO cambió de estrategia de lucha. Después de tomar el edificio de la Rectoría , continuaron con las instalaciones en la Ciudad universitaria y luego la toma general de todos los edificios, además de incluir en su pliego petitorio solicitudes tan absurdas como el derecho de supervisar las funciones de altos funcionarios.
AL CONOCER ayer el convenio para suspender el paro, los sindicalistas se dieron cuenta de la pifia. Yo no se que dirán los agremiados del STEUABJO pero han de estar que trinan contra su dirigente Gustavo AVENDAÑO TRUJILLO por su ineptitud y su instinto perruno de atender a pie juntillas todas las instrucciones del “cabo” Schultz y su “jueves”.
AYER MISMO, antes de dar por aceptada la minuta, me dicen que las inconformidades surgieron espontáneas y exigieron a sus dirigentes que se leyera en asamblea donde la discusión casi termina en una cena de negros.
Y ES que el engaño no fue para menos. Parece estar tocando fondo la tolerancia de los trabajadores que, además del inclemente sol en los plantones, se llevaron buenos racimos de mentadas de los automovilistas que nada tienen que ver con la rebatinga del poder en la Universidad.
AL ENTERARSE del súbito cambio de sus dirigentes que, de repente, olvidaron su radicalismo del “todo o nada” y aceptaron, después de tantas movilizaciones, lo que inicialmente les ofrecía la parte patronal, creció la desconfianza.
PERO lo más sospechoso es que haya sido EDUARDO Martínez HELMES el que haya llevado la voz cantante en las negociaciones, incluso anoche daba instrucciones para la entrega recepción de los edificios dado que el Rector RAFAEL LOS BIEN informados me dicen que el papel que jugó EDUARDO Martínez al soltar y jalar los hilos al STEUABJO en este movimiento, fue determinante y confirma su inmenso poder máxime que maneja la “nomina confidencial” a través de Helio Zárate, pero aún así cometió un grave error: Con tal de proteger sus intereses de grupo, permitió y hasta azuzó, el golpeteo del STEUABJO contra los que considera sus adversarios políticos dentro de la Universidad. Llegó al extremo de ordenar que el sindicato fuera a cada oficina para sentar en el banquillo de los acusados a los funcionarios y empleados de confianza. Creía que así haría rodar las cabezas de sus enemigos. No lo logró.
OTRO YERRO fue el soltarles dinero a los lidercillos sin amarrar bien los compromisos. Aunque anoche levantaron la huelga loca, su intención es volver con los mismos actos de presión al terminar las vacaciones. Así que hay que estar preparados.
