EN LA REUNIÓN que tuvieron los monopolistas del transporte urbano con los blandengues miembros de la Comisión de Transporte del Poder legislativo, el martes pasado saltó la evidencia de que hasta los diputados tienen compromisos con el poderoso pulpo camionero.
LEGISLADORES y funcionarios casi se pusieron de rodillas para pedirle al pulpo camionero que respete la tarifa y que cumpla con los acuerdos que firmaron cuando les autorizaron el cobro de 4.50 por pasajero. Aún así, se atreven a decir que aquí la gobernabilidad está intocada.
AUNQUE saben de las vejaciones contra los usuarios que pagan una de las tarifas más altas del país, de la impunidad que les permite la corrompida Procuraduría de Justicia y las complicidades con la COTRAN y Tránsito del estado, no se atreven a tocarlos ni con el pétalo de una rosa. Esto es lamentable porque los diputados significaban la última esperanza de los usuarios para que alguien hablara por ellos.
A dos años de los acuerdos pactados entre la Coordinación del Transporte (Cotran) que les autorizó un incremento en el cobro de las tarifas de casi el 40 por ciento, con el ofrecimiento de que mejorarían el servicio y que capacitarían a sus salvajes choferes para que den un mejor trato a los pasajeros, el servicio sigue siendo un caos. Muertos, heridos, inválidos, daños materiales y una estela de víctimas dejan los camiones urbanos y sus alocados choferes por toda la ciudad y la autoridad no se conmueve.
ANTE tantas quejas y críticas severas contra el gobierno que se cruza de brazos, los diputados de la comisión se vieron obligados a intervenir pero parece que el poderoso monopolio también ya les “calentó la mano”.
A ESO SE debe que haya pasado tanto tiempo en simples exhortos y ofrecimientos incumplidos.
TAL situación obligó a sentarse, el martes pasado, al titular de Cotran; Gonzalo Ruiz Cerón, a los legisladores, los concesionarios del transporte urbano, Tránsito Municipal y Estatal. Como siempre, por ofrecimientos no pararon unos y otros, pero el resultado fue un fiasco.
SUPUESTAMENTE las autoridades y los diputados iban a dar a conocer los avances de los acuerdos pactados en 2007, pero después de dos horas de discusión estéril, concluyeron que el monopolio se sigue pitorreando de las autoridades y de los diputados. Que la anarquía sigue reinando en este tipo de transporte, solapada por el gobierno estatal y municipal, pero también por el gobierno federal a través de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes que permite que las camionetas autorizadas únicamente para el servicio turístico, prestan también servicio de transporte colectivo.
A TAL grado llega la corrupción que los mismos dueños de las camionetas “turísticas”, dicen que el director del transporte del centro SCT autoriza todo a cambio de 25 mil pesos. Si calculamos que circulan más de 300 vehículos de este tipo, el negocio es boyante ¿o no?
Y FALTAN muchas por autorizar, calculan que el 90 por ciento de estos vehículos están en esta situación. ¿La razón? Por no entregar ese dinero, pero la dependencia no quiere aplicar la ley. “No quiere ayudarnos a reordenar el transporte público”, exclamó el director de Tránsito del estado, José Guzmán Santos, en una parodia de “El Comal le dijo a la olla”.
¡SALVEN A LA UNIVERSIDAD!
ALGUIEN debe tener el valor de rescatar a la Universidad Autónoma “Benito Juárez” convertida hoy en rehén de las ambiciones de líderes de los sindicatos de maestros y trabajadores.
ASÍ LO expresa un buen número de funcionarios, afines al grupo del cacique ABRAHAM MARTÍNEZ ALAVÉS y del Rector RAFAEL TORRES VALDEZ, sin embargo, el grito de alerta no conmueve porque proviene de otros grupos que como el de la familia Alavés-Helmes, no quieren -como dicen- salvar a la Universidad. Quieren que el pastel no se lo devore solo el grupo caciquil que tiene mano en el reparto de puestos y prebendas como pago “por haber llevado a Torres al poder
ASÍ COMO al cacique ABRAHAM MARTÍNEZ y toda su parentela no les interesa hacer sucumbir a la UABJO con tal de saciar sus apetitos de poder, la contraparte, la que manejan desde el gobierno, tampoco les importa degradar a la institución y conducirla a su fin. Es el caso de los que manejan el STEUABJO que durante toda la semana han paralizado clases y todas las actividades con el argumento de que el rector no se presta al diálogo y se niega incorporar al padrón sindical a 13 trabajadores.
ESO ha provocado que otros grupos pidan al Consejo Universitario un programa de rescate de la Universidad y sugieren formar un pliego petitorio de demandas para los sindicatos, que los obligue a cumplir con sus obligaciones porque los empleados del STEUABJO no cumplen con sus funciones.