Después de leer tu columna » Benditas redes», me quedé frío y hasta desconcertado pero llegué a la conclusión de que era una actitud de tu parte muy digna y hasta valiente,porque se necesita de dignidad y de valentía para prescindir de un espacio periodístico.
Te felicito por la columna en mención, por tu actitud y porque retomaste esa tribuna en «El Imparcial».
Es reivindicar no solamente a ti y a la columna, sino también el respeto a tu trabajo periodistico y a la bendita y sagrada libertad de expresión.